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24 MAYO
01 JUNIO

2024

La filmografía afrolatina de la tercera raíz “vuela” a Túnez, Fez, Roma y Orán

El Instituto Cervantes, en colaboración con la asociación Al Tarab y el FCAT, llevan desde 2020 organizando ‘Los vientos de África. La tercera raíz’, un ciclo de cine de proyección internacional e itinerante que indaga la cuestión de ‘la tercera raíz’, la raíz africana de la cultura mestiza latinoamericana. Este ciclo se compone de películas del fondo fílmico de Al Tarab propuestas por el FCAT. 

A lo largo de estos años, se han realizado proyecciones en los Cervantes de Belgrado (Serbia), Bremen (Alemania) y Leeds (Inglaterra). Próximamente, el ciclo llegará a la ciudad marroquí de Fez (del 23 al 26 de mayo), a Túnez (del 22 al 25 de junio), a Roma (Italia) y a Orán (Argelia). Las proyecciones de Túnez serán a las 18:30 h, en la Cinémathèque tunisienne que dirige Tarak Ben Chaabane. En Fez, se hará a las 18.00 h en el Instituto Cervantes. 

El ciclo está compuesto por Perro bomba (Chile, Francia, 2019), de Juan Cáceres; La negrada (México, 2018), de Jorge Pérez Solano; Cocote (República Dominicana, Argentina, Alemania y Qatar, 2017), de Nelson Carlo de los Santos Arias y Siembra (Colombia, Alemania, 2015), de Santiago Lozano y Ángela Osorio. 

Qué es la tercera raíz y por qué importa su cinematografía 

La raíz negra es la raíz más invisibilizada de América Latina. Si los discursos predominantes han aceptado la raíz hispana y la raíz indígena, la raíz negra no solo es la tercera, sino que ha quedado apartada. En América Latina, la población afrodescendiente alcanza un total de 133 millones: a pesar de ello, es la minoría más invisibilizada del continente. Desde los garífunas de Centroamérica hasta los pardos de Brasil, los morenos de Venezuela y los negros de Argentina, los afrodescendientes viven en condiciones muy diferentes dependiendo de la región donde habiten, aunque todos comparten una historia de exclusión y discriminación. 

A pesar de ello, se ha logrado un creciente reconocimiento de los afrodescendientes gracias a la lucha de sus organizaciones líderes. La producción cinematográfica afrolatina también está ayudando a conseguir está perseguida igualdad. Con la dudosa excepción de Brasil, el país con mayor producción cinematográfica afrodescendiente, las obras audiovisuales afrolatinas siguen siendo bien escasas y aisladas, cuando no inexistentes.

El cine de “la tercera raíz” tiene dos vertientes fundamentales: una etnográfica y antropológica (cine comunitario) y otra de películas hechas por cineastas blancos, que aunque traten las historias con respeto, están fuera de movimientos identitarios de los negros. La primera, de difusión más local, tiene la función de salvaguardar un patrimonio cultural y social; mientras que la segunda sí pretende establecer una relación privilegiada con un público de referencia afrodescendiente y apuesta también por influir en el imaginario de un público general e internacional.

La circulación de estas películas, no obstante, es muy reducida y tiene dificultades para llegar a un público convencional, casi siempre en festivales o secciones de cine latino. No existe ninguna sección que destaque las películas afrolatinas en los festivales que mayor espacio ofrecen al cine de esta región. En África, estas películas no circulan. 

 

Las películas de Los vientos de África

Las películas del ciclo son Perro bomba (Chile, Francia, 2019), de Juan Cáceres; La negrada (México, 2018), de Jorge Pérez Solano; Cocote (República Dominicana, Argentina, Alemania y Qatar, 2017), de Nelson Carlo de los Santos Arias y Siembra (Colombia, Alemania, 2015), de Santiago Lozano y Ángela Osorio. 

Perro bomba es la ópera prima del joven cineasta chileno Juan Cáceres. Un duro retrato de la xenofobia que, alimentada de diálogos y situaciones propios del documental y con un elenco formado por profesionales y emigrantes, relata las dificultades de la comunidad de emigrantes haitianos en Santiago de Chile, enfrentados a la pobreza y el racismo.

La negrada es la primera película de ficción rodada con actores no profesionales para dar voz y hacer visibles a las comunidades de origen africano en México, que, a pesar de representar alrededor del 1 % de su población, todavía no han sido reconocidos como pueblo, grupo étnico o referente cultural, lo que los mantiene en la marginación y la discriminación sociales.

Cocote es una rebelde, dramática y divertida película rodada en 2017 que utiliza las diferencias religiosas de su comunidad como excusa para ofrecer un estudio antropológico de la auténtica sociedad dominicana, el carácter abierto y escandaloso de sus gentes, y la mezcla de credos y bailes, música y danza de su idiosincrasia.

Por último, en Siembra, los cineastas Ángela Osorio y Santiago Lozano, que llevan más de una década creando proyectos audiovisuales enfocados desde una perspectiva etnográfica y relacionados con la cultura afrocolombiana, narran la experiencia del desarraigo, pero también del destierro, en un país como Colombia donde el conflicto armado ha reconfigurado las ciudades por la migración de las gentes del campo.

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